Hace ya muchos años, un amigo que nos visitó desde España trajo para nosotros un refranero español. El librito se titula Refranes, y su compilador se llama (o se llamaba) Manuel Tirado Zarco. Sus páginas me dieron y me siguen dando gratos momentos, porque los refranes son sabios, o divertidos, o curiosos, o todas estas cosas a la vez. Aquí pongo, sin mucha exactitud sino tal como los recuerdo, algunos de ellos.
Antes de heredar a sobrinos, bébetelo en vinos.
Al que va a la bodega, por vez se le cuenta, beba o no beba.
Nunca falta un roto para un descosido.
Halan más dos tetas que cien carretas.
A quien madruga, Dios le ayuda.
A la cama no te irás sin saber una cosa más.
Hay quien mea en caldero y no suena, y quien mea en paño, y atruena.
Más moscas se cazan con miel que con hiel.
A palabras necias, oídos sordos.
A mujer bigotuda, de lejos se saluda.
El león juzga por su condición.
Bueno, bonito y barato, no lo hay ni un par de zapatos.
Al mentiroso lo alaban y al verdadero lo ahorcan.
A médico, confesor y letrado, no les traigas engañados.
El rey ha muerto, ¡viva el rey!
A rey muerto, rey puesto.
A pan duro diente agudo.
A la ocasión siempre la pintan calva.
Del árbol caído todos hacen leña.
Al hombre de más saber una mujer sola lo echa a perder.
A lo hecho, pecho.